El verano, lo reconozco, reduce drásticamente el tiempo que paso en la cocina. Es por eso que en esta época comparto con vosotros menos recetas, aunque hay algunas que han tenido muchísimo éxito como la pizza con base de sandía o el frappucino casero.
Este año estoy cocinando menos que nunca, aunque sí que estamos experimentando mucho en casa con los helados caseros. El último en incorporarse a nuestro recetario es una receta poco convencional que tiene el aguacate como base. Como dice Martín: mamá, está bueno pero sabe a aguacate. Acostumbrados a los helados de fresa o chocolate, el helado de aguacate es algo más extraño, pero la verdad es que no deja de estar bueno.
¿Qué ingredientes necesitamos?
- un aguacate maduro
- un yogur natural (nosotros lo hemos hecho con uno de kaiku sin lactosa porque nos sienta mejor)
- dos cucharadas de sirope de ágave
- el zumo de medio limón
- opcional: una cucharada de extracto de vainilla
¿Cómo lo hacemos?
Muy fácil: mezclamos todos los ingredientes bien con la batidora, y vertemos la mezcla en los moldes. Mis favoritos son estos de lekué con los que por fin creo que he encontrado unos moldes que me van a durar muuuuucho tiempo.
Hay que tenerlos en el congelador un mínimo de 3-4 horas, y dejarlos un ratito a temperatura ambiente antes de comerlos.
Espero que os gusten, aunque sepan a aguacate, y que os sirvan, como a mí, para que los peques coman más sano, algo que en verano se hace complicado!
Contadme ¿tenéis alguna receta de helados caseros para compartir conmigo?