Viajar a Austria en familia

El verano pasado, concretamente en agosto, viajamos en familia a Austria, un país que teníamos pendiente conocer y que, sinceramente, nos conquistó el corazón a todos. Fuimos a la zona del Tirol, así que nos dejamos Viena para otra ocasión, pero quedamos muy contentos con haber elegido esta parte concreta del país.



Para nosotros fueron unas vacaciones muy diferentes, ya que solemos elegir destinos de mar y playa. Viajar a un destino de montaña como es Austria fue una aventura muy enriquecedora. Hay que tener claro, eso sí, que para viajar cómodos y tranquilos necesitamos saber idiomas. Lo ideal para este destino es el alemán, aunque con inglés podemos apañarnos. Eso sí, tómatelo en serio porque allí hablando solo español no te entenderá nadie. ¿Una solución fácil? Haz como hice yo, aprende un poco de alemán utilizando una herramienta online como Babbel, para que no te sientas completamente ajeno al contexto. 

Viajar con dos niños de 3 y 5 años resultó esta vez ser más sencillo de lo esperado: ya no llevamos silla, ni cuna y, salvo la precaución de tener en cuenta las sillas de coche, ya que alquilamos uno, nos libramos del resto de trastos que solíamos llevar cuando los niños eran más pequeños.

Una cosa que no todo el mundo sabe es que las compañías aéreas te dejan viajar 
(sin coste) con una silla de coche. Si vas a dejar tu coche en el aeropuerto de partida y vas a coger uno de alquiler a la llegada, merece la pena llevártela y tener tu silla habitual durante todo el viaje. Es algo que descubrimos hace un par de años y que ya hemos hecho varias veces. Si queréis, en este post tenéis más información sobre viajar en avión con niños.

Ahora voy a lo importante ¿Qué fue lo que más nos gustó de Austria?


1. Salzburgo, especialmente la casa natal de Mozart. Los niños la disfrutaron mucho, y los mayores aprendimos mucho sobre su peculiar familia y su pintoresca vida. Además, no puede faltar la ruta gastronómica: una cerveza en Agustinerbrau, la que dicen es la mejor de Europa.

2. Hallstatt. Dicen que es el pueblo más bonito del Tirol. Cuando llegamos lo vimos atestado de turistas, nos costó encontrar dónde aparcar y no terminamos de encontrarnos a gusto. Después de recorrer sus calles, os puedo decir que mereció la pena y que volví enamorada. Es bonito a rabiar! Las vistas hacia el lago son impresionantes y sus calles están llenas de casas preciosas.



3. La pista olímpica de saltos de esquí de Bergisel, en Inssbruck. Está diseñada por una de mis arquitectas favoritas, Zaha Hadid, y es verdaderamente espectacular. Aunque vayáis en verano y no haya nieve, está abierta al público para poder visitarla y subir hasta el punto más alto, que es un mirador precioso. Además, es habitual ver saltadores entrenando. Para nosotros fue una experiencia diferente, y a los niños les encantó.



4. La abadía de Stams. Enclavada a unos 35 km de Innsbruck, este monasterio bien merece una visita. Si os digo la verdad, nosotros no pudimos hacer la visita al museo y a la iglesia porque acababan de cerrar, pero comimos en su restaurante con unas vistas preciosas y unos platos riquísimos. El wiener schnitzel, filete de cerdo empanado, estaba espectacular.

5. El cafe Sacher. Aunque el original está en Salzburgo, nosotros fuimos al de Innsbruck. Allí podréis probar la auténtica tarta Sacher, o Sachertorte, como se llama en el alemán habitual. Otro postre típico es el apfel strudel, o pastel de manzana.

6. El centro de Innsbruck, y su impresionante castillo. Para comer, imprescindible visitar la cervecería Stiftskeller, muy céntrica y concurrida. Las especialidades, muy parecidas a las alemanas, incluyen las salchichas, el codillo y el chucrut, además del Kasespatzle, una pasta con queso muy rica.



Si como nosotros voláis a  Alemania, que tiene más oferta de aeropuertos low cost y más destinos con vuelos directos en España, buen merece una pena guardar algún día para visitar Munich, o parar en alguno de los pueblos de la zona, como Oberammergrau (con la tienda navideña de Kate Wohlfahrt, una de mis favoritas del mundo) o Lindau, mi favorito sin duda alguna.



Para los que estáis pensando visitar esta zona, espero que os sirvan mis recomendaciones. Como os he dicho ya....es un viaje inolvidable!

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TERESA ZAFRA


arquitecta desde 2005, blogger desde 2010 y madre desde 2012. Abrí este blog hace más de 5 años para probar y ahora no puedo parar! Aunque la vida se le complique cada vez más, no se imagina ya su rutina diaria sin asomarse a este cuaderno de todo que es hoy el blog.

Si queréis más, nos vemos en Instagram







2 comentarios:

  1. De Austria sólo conozco Viena y tengo pendiente conocer más zonas.

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  2. Viena me gustó mucho pero Salzburg me encantó, sobre todo por el tour de Sonrisas y Lágrimas que hicimos en bicicleta, espectacular 😍

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