Hace algunos años Estefanía me regaló un tarro de cristal con ingredientes para hacer galletas en casa. Estos tarros llevan la parte "seca" de la receta, y luego, cuando lo abres, lo mezclas bien todo y añades los ingredientes húmedos o que necesitan conservarse ne frío, que habitualmente son mantequilla y/o huevos.
Esta semana Martín tenía una actividad en el cole que consistía en llevar regalos DIY a dos de sus compañeros, y se nos ocurrió rescatar la idea del tarro que me hizo en su día Estefanía y que en casa nos encantó.
El resultado final fue este, y lo bueno es que es tan sencillo que Martín, a sus 6 años, lo pudo hacer casi todo él solo con la ayuda de una báscula, un par de cuencos y una cuchara.
¿Cómo lo hicimos?
Pusimos en el bote de cristal de capacidad 1 litro:
1. 250 gr de harina de repostería
2. 45 gr de azúcar blanca
3. una cucharadita de levadura
4. 160 gr de azúcar moreno
5. media taza de pepitas de chocolate
6. media taza de lacasitos
Como os decía, cogimos una báscula, un par de cuencos y una cuchara. Martín, con un poco de mi ayuda, iba pesando y poniendo los ingredientes dentro del bote.
Es muy sencillo, pero son importantes dos cosas:
1. Ir nivelando cada capa después de ponerla.
2. Que no sobre mucho espacio al final. Podemos poner más lacasitos o también un poco de papel de seda, para que no se muevan los ingredientes.
Al final, añadimos un trozo de tela y una cuerdecita para adornar la tapa, aunque esto es opcional. Lo que sí que es importante es adjuntar una tarjeta con la receta, para que sepan lo que tienen que hacer en casa, que en este caso era:
1. Mezclar bien todos los ingredientes en un bol.
2. Añadir 115 gramos de mantequilla a temperatura ambiente y un huevo. Amasar bien.
3. Dar forma a las galletas y hornear 12 minutos a 180 grados.
Listo!
El resultado final es muy chulo y original! Decidme ¿lo conocíais? ¿Lo habéis hecho alguna vez?
TERESA ZAFRA
arquitecta desde 2005, blogger desde 2010 y madre desde 2012. Abrí este blog hace más de 5 años para probar y ahora no puedo parar! Aunque la vida se le complique cada vez más, no se imagina ya su rutina diaria sin asomarse a este cuaderno de todo que es hoy el blog.
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Me gusta muchísimo la idea. Hace tiempo que quiero hacer algún regalo así, pero luego nunca me acuerdo cuando se me presenta la ocasión.
ResponderEliminarBesos.
Esto lo hizo Juan con sus alumnos hace unos años para el día de la madre o el padre o algo, lo vendían en Hema ya hecho así y lo vimos un regalo muy chulo y fácil de hacer, aunque ahora que unos no pueden comer harina y otros nueces y tampoco se celebran el día del padre o la madre... no sé, igual no se repite, jajaj. XD
ResponderEliminarYaaa yo preguntando a Martín si estos amiguitos en concreto tomaban de todo en el comedor, o tenían alguna alergía/intolerancia, y por si acaso no hemos puesto ningún fruto seco....qué difícil es la vida moderna!
EliminarNunca he hecho ningún regalo de este tipo porque ni siquiera lo conocía.
ResponderEliminarMe encanta!!
ResponderEliminarEn algún lado ya había visto algo así y me parece una idea genial de regalar. Sencilla pero muy bonita.
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