Miércoles de arquitectura: por qué compré mi cocina en Ikea

Estoy preparando algunas fotos para enseñaros bien mi cocina. La verdad es que nos falta una parte muy importante y por eso estoy esperando. Ahora mismo nuestra cocina está unida a la entrada de casa y falta que monten la separación. Un desastre, por eso la cocina no luce igual. Sin embargo, si no llega pronto, lo haré igualmente, porque me habéis animado un montón (especialmente en facebook e Instagram ) durante todo el proceso.

De momento, y ya que me habéis preguntado mucho, quería contaros por qué nos decidimos por Ikea y no por otra tienda para comprar la cocina de nuestra casa nueva.

1. El motivo principal, además de que evidentemente nos gustasen las cocinas de Ikea, fue la financiación a 30 meses sin intereses. 

2. El segundo motivo fue la cantidad de posibilidades que tienes de adaptar los interiores de los muebles a tu gusto, incluso después de montar la cocina. Yo soy muy de vivir las casas para saber qué necesito exactamente, y aquí empezamos con los armarios equipados con un par de baldas y, una vez empezamos a vivir, colocamos nuestras cosas y demás, hemos comprado varios cajones más, unas cestas y algunas cajas.

3. Por los accesorios. Para cada cajón tienes varias posibilidades de acoplar cuberteros, que quedan a la medida perfecta. Los botes de cristal de la tienda encajan a la perfección con las alturas de los cajones, y así con un montón de cosas.

4. Por el trato directo y cercano con el personal de las cocinas en Ikea Valencia. Evidentemente, la primera vez que fuimos no sabíamos si íbamos realmente a comprar la cocina en Ikea, pero vimos que el personal que te ayuda a diseñarla y te saca los planos y los presupuestos, es muy amable y profesional. Es verdad eso que dicen de que hay que ir bastantes veces a tienda, pero creo que al final merece la pena. Mención especial a Marta, que fue quién me atendió el día que finalmente hice la compra.

5. Por Smaland. Si tenéis hijos entre 3 y 7 años, conoceréis esta zona de juegos con monitores que tienen las tiendas Ikea. Pueden quedarse allí una hora, y, si no hay niños en cola renovar 1 hora más. Para nosotros, que no solemos tener fácil lo de dejar a los niños en casa, ha sido una gran ayuda. Como anécdota, os diré que el día que realmente encargamos y compramos la cocina, tuve que ir sola yo con los dos niños. Estuvieron dos horas en Smaland  y aún no habíamos terminado, así que esperaron a que fuera a recogerlos y terminamos con la ayuda de los juegos infantiles que tienen también en la zona de cocinas y con la del personal de allí que son más que amables. Os cuento que el día que vas a comprarla tardas porque cada pieza se pide casi de forma individual, y hay que poner cada puerta, cada bisagra, cada cajón y comprobar que no falta nada. Luego, además, un empleado diferente al que te está atendiendo comprueba el pedido para ver si falta algo. Esta comprobación cruzada tarda otro ratito pero merece mucho la pena.

Además, si has pedido algo que tenga discontinuidad de stock pero no te interesa parar toda la cocina hasta que haya stock, te dan la opción de sacar esas piezas en otro pedido independiente. ¿Os acordáis de mis 4 puertas oscuras que tardaron dos meses? Pues ya al comprar la cocina me avisaron de que tardarían un mes. Marta, que tiene muchas tablas, me sugirió separarlas del resto de la cocina en un pedido diferente para que no se parase ni el servicio ni el montaje por culpa de esas 4 puertas, que no eran urgentes para el funcionamiento de la cocina.

6. Por la inmediatez. Aunque he escuchado críticas negativas sobre retrasos en el montaje y demás, yo no los he vivido. Es cierto que antes de comprar tienes que contratar el servicio de verificación de medidas. Aunque tú tengas tus planos perfectos, ellos exigen que vaya un medidor suyo  a certificar que todo encaja y cabe, y que las medidas son las que son. Una vez tienes eso, puedes encargar al cocina y, si está todo en stock, te la pueden llevar al día siguiente. El montaje sí que suele tener una espera de unas dos semanas, así que lo que hacen es retrasarte la entrega del pedido (si tú quieres) al día antes del montaje para que no tengas todos las cajas en la casa dos semanas. Puedes elegir pero, como os digo, si quieres y no hay problemas de stock, te la llevan YA.

Voy a puntualizaros una cosa que es importante. Por qué no compré la encimera en Ikea. En nuestra cocina hay dos encimeras diferentes. Una de madera en la parte "seca" de la cocina, que sí que es de Ikea y otra diferente, más grande, en la parte que lleva la placa de inducción y el fregadero.

Las encimeras de madera las sirven rápido, la mía llegó a la vez que la cocina, pero las laminadas y las de piedra tardan entre 6 y 8 semanas. Nosotros no quisimos esperar tanto y buscamos otro sitio que nos sirviera en menos tiempo. Ya os contaré en otro post cual pusimos y por qué, pero depende mucho de la prisa que tengas. Si pones la cocina y aún te queda tiempo de obra pendiente, igual no te importa esperar esas 6 semanas. Nosotros pusimos la cocina casi al final y teníamos prisa por mudarnos.

Y, para terminar, contaros que no es obligatorio contratar el servicio de montaje. Puedes, desde montarlo tú (aunque hay que tener tiempo y conocimiento), o que te lo monte un tercero, por ejemplo el carpintero que tienes en obra poniéndote las puertas u otro que conozcas. Lo que sí os digo es que la ventaja de que lo hagan ellos es que ellos se responsabilizan de posibles problemas de montaje. Si una puerta viene rayada o se raya montando, te piden una nueva, por ejemplo. Como sé que me vais a preguntar, a mí el montaje me fue fenomenal: vino un chico que controlaba muchísimo con un ayudante, me la montaron en día y medio y lo dejaron todo perfecto. Sé que hay gente contando experiencias negativas, pero yo os cuento la mía que es positiva, la verdad.

Respecto a los detalles concretos de mi cocina (modelo, medidas y demás), os los contaré en el siguiente post, espero que muy prontito!

Contadme ¿alguien por aquí está pensando en comprarse una cocina de Ikea?

TERESA ZAFRA

arquitecta desde 2005, blogger desde 2010 y madre desde 2012. Abrí este blog hace más de 5 años para probar y ahora no puedo parar! Aunque la vida se le complique cada vez más, no se imagina ya su rutina diaria sin asomarse a este cuaderno de todo que es hoy el blog.

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