A menudo, cuando salimos a comer o a tomar algo en familia y/o con amigos, es habitual que aparezca en la mesa un platito o cuenco de frutos secos. Me sorprende que muchos de los padres que tengo cerca dejan que sus hijos (incluso bebés), cojan lo que quieran del plato sin mayor problema, y se sorprendan cuando les digo a mis hijos que ellos, por favor, no cojan.
Mis hijos cumplieron hace un par de meses 5 y 3 años, y es ahora cuando el mayor está empezando a tomar algunos, siempre con supervisión. ¿El motivo? Para mí está claro porque siempre me han dado las mismas pautas, pero por lo que veo a mi alrededor este conocimiento no está generalizado: los frutos secos son la principal causa de atragantamiento (y asfixia) en niños y bebés. Según datos de la Asociación Española de Pediatría, Las muelas de los niños menores de 5 o 6 años no tienen capacidad para triturar adecuadamente los frutos secos y puede ocurrir que algunos trozos pequeños lleguen a los bronquios y a los pulmones.
A mí no me gusta ser alarmista ni excesivamente protectora pero, como os digo, es la Asociación Española de Pediatría la que nos hace la recomendación y yo, que queréis que os diga, la sigo.
Me parece especialmente peligroso cuando estamos en una reunión social y sacan cacahuetes, por ejemplo, porque habitualmente en ese entorno tendemos a perder de vista lo que hacen nuestros hijos. Cuando estamos hablando con amigos en una terraza y los niños juegan alrededor, es fácil que no sepamos qué han comido de lo que hay en la mesa.
Como nos dice en este artículo Juan Casado, que ha sido jefe de pediatría del Hospital Niño Jesús, los niños pequeños no necesitan comer frutos secos, y evitando que lo hagan evitaremos el riesgo de que un trozo acabe en su pulmón. Extraerlo requiere una operación con riesgo para la vida del niño. En el artículo, además, nos anima a divulgar este tema porque hay mucha gente que no lo conoce. Como os decía al principio del post, al experiencia me dice que esto es verdad, ya que a mí más de una vez me han tachado de exagerada por prohibir a mis hijos que cojan cacahuetes de un plato en una reunión familiar o de amigos.
Tienes razón, mucho gente desconoce el tema o lo considera exagerado, mi hija empezó a comer frutos secos a los seis y siempre bajo supervisión, y patatas fritas, hasta los 5 o así.
ResponderEliminarMi hijo va a cumplir los 3 años y tampoco le dejo comer frutos secos aunque sí que es verdad que, en mi entorno, son muchos los padres que sí les dejan
ResponderEliminarMi hija de 7 años hace poco que toma frutos secos y la verdad es que muy de vez en cuando. Mi hijo de dos nunca. La verdad es que en mi entorno es algo que se da por sabido y además como una compañera de clase de mi hija de infantil era alérgica nos acostumbramos a no ponerlos nunca en ningún cumpleaños. Eso si, las aceitunas sin hueso les pirraban en los cumples.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo. Soy cirujana infantil y siempre tenemos un paciente a la semana con aspiración de cuerpo extraño. A veces son pequeños juguetes pero lo más frecuente es comida y sobre todo frutos secos. Muy buena recomendación 😊
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