Buenos días!
Este 2018 ha empezado para mí de forma muy relajada. En el blog he estado algo ausente, pero ha sido porque he estado dedicada al 100% a los niños.
Las rebajas también las he cogido con mucha calma. Lo bueno de que mis dos hijos hayan nacido en el mismo mes del año es que para el pequeño nunca necesito casi nada, excepto algunas excepciones que luego os contaré. Por eso, me he centrado en Martín estas rebajas y, con cabeza, he comprado las cosas que necesitaba de forma más urgente.
1. Calcetines, ropa interior y pijamas. Estas compras son las menos apetecibles pero las más necesarias. Martín necesitaba de todo, la verdad, así que, aprovechando que tenía que ir a ver chaquetas de punto para niñas para hacer un regalo a una amiga, he cogido con descuento un montón de cosas. La ropa interior os confieso que ya compro de la misma talla la de Martín y la de Nico, porque la verdad es que si no es un auténtico lío. Se llevan dos años y cuando se la ponen hay diferencia, pero cuando llega la hora de lavarla y guardarla parecen iguales. También he aprovechado los descuentos para comprar calcetines altos de algodón para niños, de la talla de este año y también otros para el año que viene.
2. Zapatos. Aquí Nico no hereda tanto como me gustaría. Martín, como todos los niños, destroza mucho, y los zapatos del colegio, por ejemplo, están para tirar cuando acaba con ellos. Por eso, zapatos, me temo que tengo que comprarles a los dos y eso es un motivo de peso para esperar a las rebajas. Este año le he comprado a Martín unos Munich para los fines de semana y a Nico unas Adidas para el cole, porque había roto ya las zapatillas con las que empezó el curso. Además, a los dos les he renovado los zapatos para los días más arregladetes, y tienen estos que véis en la foto, botitas marrones de Destroy Kids.
3. Una camisa blanca para Martín. Mis hijos tienen ciertos básicos que son imprescindibles, y uno de ellos es la camisa blanca. En verano suelo comprarla de cuello mao, que son más fáciles de planchar, y en invierno con cuello tradicional, para que asome por debajo del jersey. Normalmente se las compro en Benetton o en Gap, pero este año no tenían en ninguno de los dos sitios rebajadas y, al final, me traje una de Ralph Lauren al 50%, que sé que seguro heredará Nico porque dan un resultado genial.
4. Pantalones de chándal para "falsear" el uniforme. Los niños llevan un uniforme azul marino de tela de chandal. Para las mudas (Nico tiene una en el cole por si se hacen pis), y para una emergencia en la que de repente me doy cuenta de que los dos que tienen están sucios, compro pantalones de Zara o Zippy que me salen mejor de precio.
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