Buenos días!
Ojalá todas las modas fueran como esta de la que os quiero hablar hoy, que seguro que ya habéis visto: la de la apuesta por la comida real. Yo hace ya mucho tiempo que llegué a la conclusión de que la comida, cuando más sencilla y natural, mucho mejor (otra cosa es que lo practique porque os confieso que el Big Mac me atrae mucho).
Llevo muchos años leyendo libros sobre la importancia de comer bien para sentirse mejor, y formando mi propia opinión sobre nutrición. Por eso, me gusta mucho este movimiento de #comidareal porque me encantaría, os lo digo en serio, que todos esos alimentos procesados que vemos en los supermercados simplemente desaparecieran, o al menos se quedasen en minoría en una pequeña esquina.
En mi apuesta por la comida real, he cambiado en los últimos meses mi forma de desayunar. Es la comida del día, sin ninguna duda, que peor hacemos, ya que la bollería, el pan y los acompañamientos poco sanos (mantequilla, mermelada, embutidos) están muy arraigados en nuestra tradición.
Por eso, he introducido yogur en mis desayunos, que ahora consisten en bowls que van variando a lo largo de la semana y en función de lo que tenga en la nevera. Aunque la receta varía, suelo combinar fruta con yogur o queso fresco batido, frutos secos y, algunos días, copos de avena.
Desde luego, no soy ni la primera ni la última que se ha sumado a esta moda. La hemos visto en redes y blogs, y, si buscamos, es fácil encontrar inspiración para hacer variaciones y no aburrirnos. Yo hoy os traigo tres de mis combinaciones favoritas:
1. Yogur con moras, nueces pecanas, sirope de ágave y copos de avena. Este sirope es, sin duda, mi endulzante favorito.
2. Yogur con frambuesas, anacardos y semillas de chía. Algunos días añado dos onzas de chocolate negro. Creo que no soy la única que se resiste a vivir sin chocolate, verdad?
3. Yogur con copos de avena, plátano y una ona de chocolate negro o una cucharada de mantequilla de cacahuete (hecha solo con cacahuete, sin nada más). Siempre tengo en casa un bote de esta mantequilla para los días en los que me he quedado sin frutos secos.
Como os digo, estas tres recetas son aptas para todos, niños y mayores, y, lo mejor, son sencillas de preparar. Podemos meterlas en un tarro para llevar si no tenemos tiempo de desayunar en casa, y permiten un montón de opciones diferentes. Me gustan también mucho las que llevan granada, mango, dátiles o coco rallado.
¿Qué me decís? ¿Os habéis apuntado a la tendencia de desayunar yogur? ¿Subimos una foto a Instagram mañana?
Me han gustado tus recetas pero no para desayunar porque yo tengo que tomar café para despertar.
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