Buenos días!
Ultimamente a los fines de semana les pido poco: dar un paseo todos juntos, que no llueva y que los niños duerman la siesta y me dejen algo de tiempo para descansar. La verdad es que pido poco, pero aún así, rara vez se cumple, porque lo de descansar suele convertirse en misión imposible.
Además de lo que os he enumerado ya, cada fin de semana intento ponerme un pequeño objetivo que me de algo de vida a la semana: ya he cumplido el de encargar la cena en casa a mi japonés favorito, el de sacar los patines y dar una vuelta por el paseo marítimo con ellos, o el de dedicar un rato a ordenar fotos en mi ordenador y mandar unas cuantas a imprimir.
Para el finde pasado, sin ir más lejos, me propuse desayunar en la cama. No pedí que nadie me lo preparara y, aunque me tuve que levantar, volví a la cama con todo y lo desayuné allí. Al final, como imaginaréis, tuve que compartir el desayuno con los peques, poner la leche en la mesilla para que no la tiraran y, por supuesto, lavar las sábanas luego. Eso sí, al menos me dejaron 5 minutos para hacer las fotos y saborear un poco los primeros bocados antes de levantarse y venir corriendo a vernos.
Para este fin de semana, el plan es algo diferente...ya os contaré porque creo que, por una vez, sí que voy a tener tiempo para descansar un poco.
Y vosotros ¿qué planes tenéis para este fin de semana?
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