Buenos días!
Dentro de nada estaré diciéndole a mis hijos que no deben confiar en los extraños, ni hacer caso a los desconocidos. Es un miedo que tenemos todos los padres y madres, que alguien venga y se lleve a nuestros hijos o les haga daño.
Sin embargo, yo tengo que confesar que no predico con el ejemplo, y que, en ocasiones, me ha tocado confiar en gente que no conocía para poder salir airosa de determinadas situaciones relacionadas con la maternidad.
Como a muchas otras madres, a diario me toca pasar tiempo a solas con mis hijos, con los dos. Siempre le digo a mi marido que haciendo esto asumimos algo de riesgo porque es una realidad que no puedo mirar a dos sitios a la vez, ni atender a dos hijos. Intento con toda mi energía tener siempre controlados a los dos, pero no siempre es posible.
A menudo, gente que no conozco me ayuda: unos me avisan de que a mi hijo pequeño se le ha caído (o ha tirado) un zapato al suelo, otros le dan la mano a mi hijo mayor para bajar el autobús mientras yo bajo el carrito de su hermano e, incluso yendo los 4 más de una vez hemos aceptado y agradecido la ayuda de terceras personas cuando estamos en un tren o avión y nos faltan manos.
En general, confío en la gente, y, hasta la fecha, no me he equivocado. Evidentemente, a mis hijos tendré que decirles justo lo contrario, pero en cierto modo me apena porque sé que esto va a generar en ellos un miedo que, si bien hay que tener, se refiere solo a un 1%, si llega, de la gente que se van a encontrar en su día a día.
Como os digo, muchas veces me toca salir a la calle sabiendo que no controlo el 100% de una situación, pero, entonces, pienso en que si tengo algún problema alguien me ayudará y me voy más tranquila. En el supermercado, sé que la cajera me ayudará a meter las cosas en las bolsas si en ese momento mis hijos me reclaman, o que si no puedo bajar el carrito del bus alguien me echará una mano.
Gracias a todos, me hayáis ayudado o no, porque sé que si nos encontramos alguna vez, seguro que estáis dispuestos a hacerlo si lo necesito!
Como os digo, muchas veces me toca salir a la calle sabiendo que no controlo el 100% de una situación, pero, entonces, pienso en que si tengo algún problema alguien me ayudará y me voy más tranquila. En el supermercado, sé que la cajera me ayudará a meter las cosas en las bolsas si en ese momento mis hijos me reclaman, o que si no puedo bajar el carrito del bus alguien me echará una mano.
Gracias a todos, me hayáis ayudado o no, porque sé que si nos encontramos alguna vez, seguro que estáis dispuestos a hacerlo si lo necesito!
es complicado explicarles que tienen que ayudar a la gente (y pedir ayuda si la necesitan) y no confiar en cualquiera....para empezar la figura dl policia me gustaria que la viesen de ayuda, como alguien de referencia y confianza (asi que nada de amenazar q la policia viene si no hace algo =P) luego ellos tb aprenden mucho de nosotros, viendo como nos comportamos y como es la relacion con los demas...Timeo es muy echao "palante" (en el aeropuerto d Alicante le dio un abrazo taaaan fuerte al de seguridad, con cabeza apoyada en hombro y todo, q el tio se qdo flipando y se lo enseñaba a todos XD) asi que tocara explicarle q jamas se tiene q ir con nadie sin q su padre o yo lo sepamos..ya veremos !!! =)
ResponderEliminarSabes? Si miro cómo lo han hecho mis padres, me da pena que el mundo, o más bien la sociedad, haya cambiado tanto. Nosotros tuvimos la suerte de crecer en la ciudad, donde había que tener más cuidado con los extraños a pasar los fines de semana en el pueblo donde estabas siempre en la calle jugando con los primos o amigos y no había peligros. Creo que ahora es más complicado. Suerte!! Un beso guapa!!
ResponderEliminarUn tema difícil porque yo tambien quiero que confíen en la gente pero que no se vayan con todo el mundo... pero creo que ellos tambien ven las diferencias y aprenden los matices.
ResponderEliminarUn saludo