Los veranos de mi infancia transcurrieron entre las playas de Cádiz capital, donde vivíamos durante todo el año, y las playas del sur de la provincia, dónde íbamos los fines de semana o el mes de agosto con mis abuelos.
Chiclana tiene unas playas de escándalo, y, si las habéis visitado, me apuesto algo a que estáis deseando volver pronto.
Como yo, muchos de los que crecimos en Cádiz, estamos marcados por su luz. Es lo que dice siempre Alberto Campo Baeza, uno de mis arquitectos favoritos, que pasó su infancia en la ciudad en la que yo nací.
La luz de Cádiz marca toda su arquitectura, la búsqueda de la luz, es un recurso constante en su obra. Cuando sus obras están en Cádiz, su arquitectura alcanza la plenitud.
Mirando directamente al oceáno Atlántico, esta es mi casa favorita de todas las que he visto de Campo Baeza en la costa gaditana...la casa del infinito está en el número 1 en la lista de lugares dónde me gustaría vivir.
fotos vía
¿Qué os parece? ¿Os venís a Cádiz este verano conmigo?
Shhhhh....No descubras el paraíso que se nos llena! ;)
ResponderEliminar¡La quiero!
ResponderEliminarToda la costa gaditana es preciosa, una gran tierra.
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