Maternidad: cómo conseguir no ir siempre en vaqueros

Buenos días!

Si como yo, siempre has tenido tendencia a abusar de los vaqueros, te darás cuenta de que, una vez que tienes un hijo, esta inclinación natural se agudiza. ¿El motivo? Los vaqueros son:

1. Cómodos

2. Resistentes

3. Fáciles de combinar.

A lo mejor a tí te da lo mismo, puede ser, pero a mí me aburre sentir que siempre voy igual y que más que vestirme para gustarme y tener algo de estilo propio, "sobrevivo", sin más a una semana tras otra.

Para más inri, os confieso que la mitad de los pocos días que consigo vestirme de otra forma, me cambio al pasar por casa y voy a recoger a los niños a sus colegios en vaquero y zapato plano.

Como ya os he dicho, no estoy del todo cómoda en esta monotonía, así que este 2016 me he propuesto reducir el uso de los vaqueros. No es del todo fácil, porque, si tienes una vida tan ajetreada como la mía, en la que tienes que coger niños en brazos, cargar con sus sillas, correr para llegar a tiempo a dos colegios diferentes que tienen la salida a la misma hora, y cosas de este estilo, hay ciertos estilismos que, al final, suponen otro obstáculo más en la ya de por sí complicada rutina diaria.

Al final, evidentemente, se puede, y solo es cuestión, como en casi todo, de sentarse a pensar un rato para  planificarse y organizarse con calma.

Yo, por ejemplo, me he anotado en mi libreta lo siguiente:

1. Comprarme algunos shorts. Son cómodos, porque no corres el riesgo de enseñar la ropa interior al agacharte ni cuando los niños se esconden bajo tu falda. Esta temporada, sin duda, se llevan de tiro alto. Yo tengo estos de imitación cuero y otros de terciopelo negro que he usado mucho durante las vacaciones de Navidad, pero en rebajas espero hacerme con alguno más.

2. Estoy enfocando mis compras de zapatos hacia los tacones bajos y anchos. Así, alterno con los zapatos planos, y, sobre todo, puedo usar algunos pantalones (no vaqueros)y vestidos  que no me gusta llevar sin algo de tacón.

3. Me he hecho con algunos leotardos. Me gusta llevar vestido, pero, como os he dicho, está el problema de terminar enseñando más de la cuenta, al que sumaré el de los enganchones. Los niños te rompen las medias casi sin querer, tanto ellos mismos como los velcros de sus zapatos. Los leotardos son más resistentes y, si te levantan la falda, se ve menos.

4. Apuntar en una libreta mis aciertos, esos looks con los que me he visto favorecida y cómoda a la vez. Así, los días en los que me falta inspiración, los repaso y cojo alguna idea.

5. Elegir el día de la semana más "light" y aprovechar para ponerme unos tacones o algo de ropa que no sea tan tan cómodo pero que me dé pena no usar. Por si la cosa se complica, meto en el bolso o dejo en el coche otros zapatos más cómodos, porque nunca se sabe! 

besos a todos!

Teresa

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