Ayer por la noche os enseñaba en Instagram las fotos que me llegaron ayer a casa para probar Printic, una app con la que podemos mandar a imprimir las fotos que tenemos en el móvil.
Viéndolas, me doy cuenta de que Martín, como debe ser, se nos parece: tiene gestos y rasgos tanto de su padre como míos que, a medida que crece, se le notan más.
Hoy en ABC os hablo de ello, aunque no en un sentido físico, sino de cómo los hijos se nos parecen en carácter, incluyendo virtudes y defectos.
Ya me contaréis si estáis de acuerdo conmigo!
besos a todos!
Teresa
Tengo ganas de probar esa aplicación
ResponderEliminar¡Muy interesante el post! ¡Nos encanta!
ResponderEliminarTe invitamos a que visites nuestro blog y en especial este post de belleza:
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Esperamos que te guste,
Reflejos de Moda
Que los hijos se parezcan a los padres, puede ser lógico, pero ojo con eso de "lo hereditario" cuando hablamos de comportamientos adquiridos...si en casa no se comen ciertos alimentos porque a los padres no les gusta, el niño probablemente tampoco los comerá facilmente, pero no porque compartan gustos, sino porque comparten hábitos alimenticios...
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo....yo por ejemplo como potajes pero no son mi comida favorita, los como porque me enseñaron a comer de todo. Me parece normal que a Martín no el gusten pero, como yo, se los comerá!
EliminarDesde luego, muchas de las cosas que aprenden las aprenden imitando las conductas que ven en casa, y por eso hay que ser conscientes de lo que hacemos y de cómo lo hacemos