Buenos días!
Hace un par de fines de semana, el tema estrella en mi círculo bloggero fue sin duda el (temido) cambio de armario.
La mayoría nos lanzamos animadas por este calor anticipado que ha llegado de sopetón. Ahora solo espero que este frío que ha venido de repente no dure mucho y me haga echar de menos prendas que ya están en el altillo....
El
cambio de armario es, como tantas otras cosas desagradables en esta vida,
bueno y necesario. Cuando una
por fin lo ve todo ordenadito y renovado siente una liberación espectacular. El problema es que
el proceso es tedioso, largo y puede llegar a ser psicologicamente durillo, cuando ves que
no te cabe la ropa del año anterior porque has engordado, o que no consigues meterlo todo en el armario.
Quería aprovechar que ya he hecho el cambio para
daros algunos consejillos, contaros lo bien que me he organizado y lo estupendo que ha sido todo, pero si quiero ser honesta,
lo único que voya poder hacer es contaros lo que NO debeis hacer, pues sinceramente os digo que lo he hecho fatal!
Al menos, puede que mi experiencia sirva para las que
aún no habeis emprendido el asunto no cometais estos errores....
Lo primero que hice mal es que
no me planifiqué. Ni siquiera tenía previsto hacer el cambio de armario, pero
había pasado calor por la noche, empecé a buscar un pijama de invierno, y de repente me vi con la cama llena de ropa. ERROR.
Para cambiar la ropa de temporada hay que planificarse, mentalizarse y tener tiempo para dedicarle.
Si no, os puede pasar como me ha pasdo a mí, que la operación se ha eternizado porque tenía otros planes que no me dejaron hacerlo todo del tirón.
Lo segundo, que no tenía naftalina. Todas las cajas de ropa de invierno que he subido ya al altillo, me va a
tocar bajarlas de nuevo para meterla cuando las compre.....fatal planificado! (bueno, como ya os he dicho, es que no había planificado!)
No sé si soleis meter bolas de naftalina en las cajas de ropa guardada, pero para mí es un imprescindible.
En tercer lugar, que lo he organizado todo muy bien, y me cabe todo, pero
he echado a lavar tantas cosas y he pueso para planchar otras tantas que cuando todo esté para guardar en el armario
seguro que no me cabe ni la mitad!
Para que esto
no sea un post pesimista, he dejado la
parte positiva para el final: en esto del cambio de armario
nada es definitivo ni reversible. Si la primera opción de organización no nos convence, si la primera limpieza de ropa que hemos hecho es insuficiente, o si de repente se nos ocurren ideas para mejorar algo,
solo necesitamos tiempo y ganas para arreglarlo, sea ahora o en el mes de julio.
Por ejemplo.
yo hice el cambio hace una semana, pero no me convencía el que en la zona en la que he colgado los vestidos no me cupiesen camisetas dobladas debajo. Más que no convencerme, confieso, es que sé que no me va a caber todo....
Así que pensé en algo a lo que llevaba tiempo dándole vueltas y que además
Pili justo me dijo que ella también hacía, y eso me convenció del todo!
Ahora me caben camisetas debajo de los vestidos colgados y estoy contentísima! Os aclaro que tengo los vestidos para bodas (los 3 que tengo) en el amario de los abrigos para no doblarlos y que se me estropeen, pero creo que a los vestidos de diario no les hace ningun mal estar doblados por la mitad.
De todas formas,
no me preocupa tener que hacer más cambios.....mi teoría es que
con el uso vamos descubriendo nuestras necesidades reales, que no siempre coinciden qcon las que presupusimos en la organización inicial.
Por supuesto,
os iré contando los nuevos cambios y espero que me conteis vuestros trucos para sacar más espacio donde parece que no lo hay
besos y feliz cambio de armario a todos!
teresa