Nuestra boda: el vestido

Buenos días!

Hoy vuelvo con el segundo de los post sobre nuestra boda. Aún estoy emocionada por la genial acogida que tuvo el primero la semana pasada, y eso me da muchas ganas de contaros más cosas!

El traje de la novia es el secreto mejor guardado de toda boda. Debería dejarlo para el final, lo sé, pero es que en  las cosas que os quiero enseñar en próximas semanas aparecerá el traje, así que mejor os lo enseño ya!

A la hora de elegir mi vestido de novia, fue muy importante asumir que tenía que encontrar un equilibrio entre los vestidos que me gustaban y los que me sentaban bien. Después de mucho probarme, me di cuenta de que en mi caso me conveía llevar un vestido de corte en A, ceñido en pecho y cintura y abierto poco a poco en las caderas.

La elección final fue un vestido de Aire Barcelona que elegimos entre mi entonces novio y yo.....

Si...habeis leido bien, fuimos juntos a elegir mi vestido! Lo que hasta a mí me pareció un poco raro al principio terminó siendo una experiencia estupenda: me sentí muy apoyada y muy segura al saber desde el primer momento que a él le gustaba tanto o más que a mí.  De hecho, supe que ese era EL vestido cuando ví su cara al vérmelo puesto.... ya no podía ser otro!

Y, como que no había ningún gran secreto que guardar, decidimos dormir juntos la noche antes de la boda y vestirnos juntos en la misma habitación de hotel. Aunque no es lo tradicional, no os podeis imaginar la de nervios que se evitan y cómo se  disfrutan estos momentos de intimidad  juntos antes de "la avalancha" (lo digo cariñosamente, claro) de invitados.

Por supuesto, momentos de intimidad compartidos con nuestro peluquero, maquilladora y fotógrafa, que textualmente nos dijo: Si os vais a vestir juntos, TENGO QUE estar  allí y fotografiar ese momento, porque nunca lo he vivido y quién sabe si lo volveré a vivir!

Como nuestra fotógrafa, María Benitez, está en todo, me pilló hasta en mi momento "novia a la fuga" mientras iba a la habitación.

 Para la comida, me quité el top y dejé a la vista el vestido, de escote corazón (os lo recomiendo...queda mucho mejor  que un palabra de honor) 

Contaros que, para elegir el vestido para mi lo más importante fue, como os he dicho, que me favoreciese, y, además, que no me pesase, que me pudiera mover con libertad con él puesto y que fuera cómodo. No me apetecía nada experimentar el "para estar bella hay que sufrir" en mi propia boda! Creo que en una ocasión tan especial como esta hay que disfrutar y sentirse a gusto, no creeis?

Y...eso es todo por hoy. Espero que os haya gustado, yo lo he pasado muy bien preparando el post y recordando taaantas cosas bonitas.

La semana que viene, más!

besos y feliz jueves!

teresa